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Después de estos meses de colegio procurando aprovechar todas las tardes, realizando actividades deportivas, potenciando aficiones, luchando para conseguir virtudes y valores, … Llega el verano, las vacaciones escolares, empieza la travesía del desierto para muchos adolescentes, un momento crucial. Ahora toca hacer una apuesta firme para evitar caer en la vida fácil y caprichosa, tan típica y por desgracia tan habitual del verano. El verano puede un momento para conseguir grandes metas, grandes proyectos. ACEPRENSA y Tajamar te proponen lecturas de verano para tus hijos. VER LECTURAS
Aquí hay 7 ideas que pueden servir. El verano es muy largo y hay tiempo para todo:
1.-Proponles que hagan un horario para cada día de la semana. Que lo hagan ellos, que sea realista pero que lo aprobéis padre y madre: con tiempo de trabajo, de diversión, de juego, etc.
2.- Que asuman de forma ordinaria alguna de las faenas propias del hogar (bajar la basura, limpiar los platos, hacer algunas compras, hacer alguna comida, etc.)
3.- Que propongan algunos planes especiales a realizar toda la familia, para estar todos juntos: una salida al monte, una excursión, un paseo por alguna ciudad, ir al cine, etc.
4.- Que tengan una buena batería de libros de lectura para que cada día, en ese horario que han hecho, haya un tiempo dedicado a la lectura.
5.- Dependiendo del centro educativo lo más normal será que tengan que realizar tareas o deberes. Es normal que en el horario haya un momento concreto para hacerlas.
6.- Ponle límite a los videojuegos y al móvil. En cada casa y dependiendo de la edad será distinto, pero que desde el principio esté claro qué uso se le va a dar a estos “recursos”.
7.- Aunque lo he dejado para el final, aprovechemos para que puedan asistir a algún campamento, campus deportivo, de idiomas, social, etc. Es importante tener la certeza de que estas actividades sigan la línea educativa y de exigencia que tenemos en la familia.
Cuando falte paciencia, recuerda una frase que dijo Sócrates hace ya algunos años, el 430 A.C.: “Los jóvenes hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran la comida, y les faltan el respeto a los maestros. Como sabes, la familia no es una democracia, y que hay cuestiones que no se pueden negociar. Aun así, para facilitar la convivencia deben estar claras, y más para los adolescentes, unas reglas y líneas concretas de actuación que, si se han trabajado conjuntamente, nos facilitarán mucho la convivencia”.
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