El colegio Tajamar ha inaugurado cinco nuevos pabellones que albergan 27 aulas nuevas, 7 salas de trabajo y 10 despachos de profesores. A pesar de que el curso estaba iniciado la dirección del colegio quiso hacer una bendición de los nuevos pabellones, que tuvo lugar el viernes 2 de octubre. Para Alfonso Hernando, director de Tajamar, “los nuevos edificios ayudan a que Tajamar siga siendo un colegio moderno que mantiene una educación personalizada”.
En la bendición de los nuevos edificios participó una representación de la comunidad educativa que integra Tajamar: tres familias, cuatro alumnos, dos profesores, dos miembros del comité directivo, el presidente de la Fundación Tajamar y dos miembros del consejo de administración de Tajamar. El capellán bendijo simbólicamente todas las clases y todas las salas de trabajo cuando lo hizo en la clase de 1º D de Primaria y en el despacho del pabellón C, respectivamente.
El 2 de octubre fue un día elegido a propósito, ya que coincide con la fundación del Opus Dei. Tanto el director, Alfonso Hernando, como el presidente del AMPA, Pablo Tauler, hicieron alusión al mensaje de san Josemaría en torno a la santificación del trabajo y el valor de las cosas pequeñas para medir la calidad de un trabajo bien terminado. “Queremos que en estas aulas -señaló el director de Tajamar- todos aprendamos a hacer mejor nuestro trabajo y ahí encontremos a Dios”.
Clases para una educación personalizada
El proyecto de construcción de los nuevos pabellones es conocido como “Tajamar 3.0”. Se trata de un proyecto que acomete Tajamar para modernizar los cinco primeros pabellones, que fueron construidos entre 1960 y 1963. Las aulas de los nuevos edificios están adaptadas a las necesidades que requieren las nuevas metodologías educativas. De esta manera, Tajamar sigue ofreciendo una educación personalizada en un entorno educativo privilegiado.
Además, los nuevos pabellones son accesibles (sin barreras arquitectónicas), eficientes energéticamente (aíslan tanto del frío como del calor) y flexibles (algo muy necesaria actualmente para garantizar, por ejemplo, la distancia social en las clases).
Alfonso Hernando destacó también que “los arquitectos –Fernando Vasallo y Diego Gutiérrez- han conseguido mantener la esencia de la arquitectura de Tajamar y aportar innovación, tanto en materiales como tecnología.
Cerró el acto Alfonso de Careaga, antiguo alumno de Tajamar y miembro del Consejo de Administración. En su intervención recordó que “Tajamar era –cuando llegué aquí- un colegio moderno en un barrio pobre. Nos dio la oportunidad de progresar a mucho. Estos modernos edificios que ahora inauguramos darán la oportunidad a cientos de jóvenes que quieren trabajar y estudiar para tener un futuro mejor”.