Reto Tech Fundación Endesa: educar por proyectos
Un grupo de alumnos de Primaria ha participado en Reto Tech Fundación Endesa, un evento para escolares convocado BQ y la Fundación Endesa. El objetivo es impulsar proyectos que innoven la educación de los más jóvenes y, de paso, retar a los profesores y a los estudiantes para que diseñen un proyecto tecnológico que resuelva una necesidad real de su entorno. Es decir, una forma de educar por proyectos.
Se trata de “hacer pensar” a los jóvenes para buscar soluciones que hagan más fácil la vida de las personas. El desarrollo tecnológico ha alcanzado tal grado que parece difícil superarse, pero ahí, precisamente, está el reto. Este año es la cuarta edición de Reto Tech Fundacion Endesa.
Reto Tech encaja muy bien en las nuevas metodologías que trabajan los profesores de Tajamar. Una de ellas es la de educar por proyectos, que tanto motiva el aprendizaje entre los alumnos. Por eso, desde hace tres años participamos en este certamen. Empezó Juan Pablo Sánchez del Moral con un proyecto con alumnos de Secundaria. Luego, tomó el testigo Jesús del Socorro, para incorporar a alumnos de primaria. Este año es la cuarta edición en la que un grupo de alumnos presenta su candidatura y ésta es aceptada.
Cerca de un centenar de colegios de Madrid y Aragón han presentado sus proyectos: “Pueden mejorar algo que existe o puede ser de nueva creación”, dice Jesús del Socorro. Sólo se seleccionan cincuenta.
La vida es un reto
Los proyectos de Reto Tech son prácticos: un años presentaron uno que mejoraba un sistema de riego automatizado y el año pasado otro que proveía de energía solar a la casa o un smarthparking para Tajamar. Según Jesús “el objetivo era crear un dispositivo que agilizar la entrada de coches al parking del cole instalando un lector de códigos en la entrada y un sistema de luces que indicase dónde hay plazas libres y enviar un mensaje personalizado al usuario”. El Reto de 2019 pretende dotar de mayor seguridad el aula del colegio ante un dispositivo tan sensible como el ipad.
“Pensamos en un armario donde cada uno tengamos nuestra taquilla –igual que tenemos perchas- para guardar nuestro tablet. Queremos imitar el mismo sistema que hay en las empresas, donde el trabajador tiene un lugar para guardar sus cosas personales”, Pablo Hernández (alumno)
El dispositivo que han diseñado es un armario con cierre electrónico para cada cajón. El usuario –en este caso alumno- tiene una tarjeta personalizada, como la que tienen para el comedor, que le permite abrirlo. “Los alumnos –dice Miguel Peón- han tenido que programar el lector de código de barras, un mensaje personalizado y el sistema de apertura y cierre del cajón”. Es decir, hacen un trabajo como el que hacen en empresas tecnológicas o de seguridad, aunque con materiales más rudimentarios. Pero la motivación no es menor.
Habilidades de Reto Tech
“Lo que más les gusta es comprobar cómo la información que metes en el ordenador se convierte en una acción mecánica o en un impulso de luz”. Los chicos están emocionados con el proyecto y les despierta el interés. “Uno pidió como regalo de Reyes un kit de robótica”, reconoce Jesús. “Y, de otro, me contaban sus padres que le sorprendieron una tarde con el ipad diseñando en 3D los muebles y habitaciones de la casa a la que se mudaban”, Miguel Peón (profesor)
Las habilidades que desarrollan estos alumnos en Retotech son: pensamiento crítico, la resolución de problemas, la capacidad de trabajar en equipo y el pensamiento matemático y espacial, pues como se ha dicho, tienen que diseñar en 3D. Pero todos ellos salieron de la actividad complementaria de robótica, es decir, todas estas habilidades son las que despliegan estos jóvenes aprendices de ingeniero espacial.
Premios por aclamación
A mediados de junio tendrán lo que podríamos denominar Feria tecnológica, que se celebrará en la sede de Endesa. Allí, las setenta y cinco candidaturas seleccionadas disponen de un stand para que otros colegios, trabajadores y el mismo presidente de Endesa se acerquen a conocer su proyecto y puedan explicarles sus aplicaciones prácticas en la vida cotidiana.
Aunque no hay premios propiamente, en el certamen se otorgan unos reconocimientos obtenidos de las votaciones que se realizan a través de internet (al proyecto más votado); el premio de los trabajadores, que conceden los trabajadores de Endesa que visitan los stands ese día; y, por último, el premio Endesa, que concede el propio presidente de la entidad al proyecto que juzga como mejor.
La motivación de los profesores empuja a los alumnos a sumarse al reto. Jesús, por ejemplo, dice que “soy un entusiasta de las ciencias y la tecnología. Por eso me especialicé en robótica, una de las ramas de mi carrera (Magisterio). Comencé durante mi estancia en Pamplona y desde entonces no he dejado de buscar nuevas formas de usar la robótica y la tecnología como potentes herramientas de aula”.