El famoso filósofo y escritor Gregorio Luri visitó Tajamar recientemente y mantuvo una serie de encuentros con alumnos, profesores y padres. El marco de estos encuentros era el proyecto Tajamar Lee, que se está implementando en todo el colegio desde hace dos cursos.
El primero de los encuentros de este maestro de escuela –como así le gusta denominarse– fue con los alumnos. No todos pudieron estar, pero sí una representación de 35 de todas las etapas educativas, salvo infantil.
La aventura de leer
Gregorio Luri comenzó hablando del Siglo de Oro español para explicarles que todos podemos “elevarnos sobre nosotros mismos para adquirir perspectiva, como hicieron los místicos de la literatura española. Ese ejercicio nos ayuda a descubrir lo bueno que hay en nuestra vida y nos pone delante lo que podemos llegar a ser”.
Durante el encuentro los alumnos hicieron preguntas a Luri. Como era de esperar una de ella fue por las lecturas recomendadas y Luri recurrió a una frase del escritor José Luis Borges: “no todos los libros son para uno; ni uno está hecho para todos los libros”. Les dijo que cada uno debe tener su propia experiencia lectora, pero también les advirtió de que hay que dar tiempo al libro, sobre todo al que no empieza bien. “Poco a poco la lectura te lleva de un libro a otro”, señaló.
Una de las preguntas hizo referencia a las palabras iniciales de Luri sobre la experiencia de los literatos místicos, pero aplicada a la prosa del día a día en el aula: ¿cómo ayuda el análisis sintáctico a elevarse sobre uno mismo? Su respuesta fue magistral: “si no utilizas subordinadas a la hora de hablar difícilmente podrás pensar. Cuando uno no tiene capacidad lingüística acaba hablando con los puños”.
Defensor de la escritura
“Durante mucho tiempo –reconoció Gregorio– he pensado que la mejor manera de aprender a escribir era leer. Hoy pienso que no. Leer exige una actitud activa, pero escribir requiere de otra actitud (no es sencillo poner por escrito una idea)”. En ese sentido, animó a los alumnos a escribir como medio de desarrollar un pensamiento crítico: “en la escritura te encuentras con tus ideas y descubres lo débiles o fuertes que son tus argumentos. El pensamiento crítico no consiste en criticar ideas ajenas”.
A lo largo del diálogo con los profesores siguió ahondando en la defensa de la escritura al señalar que “concebimos la escritura como medio de transmitir ideas, pero en el fondo es un medio de tener y adquirir ideas”.
Educar por impregnación
Durante ese encuentro con los docentes, Gregorio hizo una alusión a una frase de la que fuera Presidenta del Consejo Escolar del Estado, Marta Mata, cuando decía que “educamos por impregnación más que por métodos”. Con ello quería destacar que el al profesor es ejemplo de lectura para sus alumnos.
Porque la pobreza influye, pero no determina el nivel cultural de las personas. De hecho, señaló que en España la riqueza cultural no es directamente proporcional a la riqueza económica. Solo el 50% de la población es lectora habitual y, a la vez, aumenta el porcentaje de actividades extraescolares en los menores”.
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El poder de enseñar de la música
¿Cómo sería un proyecto de educación en la escuela?, se preguntaba este maestro.
Y explicaba de modo sencillo como este debía contar con la música. “escuchar música es acostumbrarse a frases y ritmo determinados porque lenguaje y música van unidas”.
Gregorio defendió que un programa de lectura debería comenzar a los 2 años, pues esa edad es uno de los momentos críticos. “Ahí –decía– los niños empiezan a articular frases de dos palabras, pero cuando cantan aprenden frases de cuatro palabras”.
En este sentido, dijo que una persona que maneje menos de 600 palabras en su vocabulario diario tenderá a comunicarse con gritos, interjecciones y negaciones. En cambio, aquel que sea capaza de utilizar 2.600 palabras tendrá argumentos positivos, será propositivo y hará afirmaciones.
Familias sensatamente imperfectas
Como ya se dijo al principio, la visita de Gregorio Luri se enmarcó en el Proyecto Tajamar Lee para el fomento de la lectura. Este proyecto gira sobre 3 piezas: padres, profesores y alumnos, como lo hace el modelo pedagógico de Tajamar. Así es que el encuentro con las familias cerró “la tourné” de Gregorio Luri en Tajamar.
En este tercer encuentro Gregorio transmitió las ideas que recoge en su libro Familias sensatamente imperfectas, desde el punto de vista de educador y de padre. Puede ver la conferencia en este video. Haciendo eco a Luri podemos resumirla en esta idea: “una familia perfecta reúne tres condiciones: primera, tener el segundo hijo antes que el primero; en segundo lugar, programar los estados de ánimo de nuestros hijos; en tercer lugar, que los hijos nacieran con más sentido común que energía. Como ya ven que no es fácil cumplir estas condiciones, intentemos asumirlas y ser, al menos, unas familias sensatamente imperfectas”.