P: ¿Por qué elegiste Marcha? ¿Fue la primera opción?
R: No, de hecho, fue de las últimas. Yo empecé en atletismo con Lázaro. Nos íbamos al Bosquecillo a correr y como fui inquieto decidí formarme en todas las demás disciplinas. Pero hay algunas que yo no tenía el físico adecuado, es el caso de lanzamiento de Martillo. Entonces Carlos Heras, que fue el que me medio engañó, me dijo: ¿Por qué no haces marcha? Claro, yo había competido en marcha sin haber entrenado, y la verdad que me gustó, me motivó bastante y hasta ahora.
P: ¿Cómo ha ido tu evolución a la hora dedicarle tiempo a la marcha?
R: Al principio me lo tomaba como un hobbie. Entrenaba con Carlos dos días a la semana. Y poco a poco vas dando resultados, vas ganando campeonatos y al final le echas todas las ganas y horas posibles. He acabado entrenado todos los días a la semana y algunas veces doblo el entrenamiento en un mismo día.
P: ¿Piensas que la práctica del deporte exigente, de algún modo, ayuda a la gente joven?
R: Tiene su parte positiva y su parte negativa, yo creo. Si tienes la tarde libre al salir de clase, no es lo mismo que tengas que entrenar. Al fin y al cabo, somos jóvenes y dan ganas de irte con tus amigos. Si tienes una competición y tienes que prepararte, sabes que ese mes no vas a poder tener tiempo de hacer otras cosas. Y no solo eso, hay veces que no puedes ir a clase porque tienes un campeonato, o no tienes tiempo para estudiar un examen importante. Pero, si te organizas bien, es una gran oportunidad de aprender cómo es la vida real. Todo es elección, si quieres trabajar o no, depende de uno mismo.
P: ¿De qué entrenador has tenido un gran apoyo?
R: De todos. De ellos en cada etapa aprendía algo nuevo. Lázaro me enseñó a motivarme. Me dedicaba mucho tiempo a enseñarme, tenía mucha experiencia en todo ese mundo y eso fue un plus. Me lo enseñó todo en este campo. Y Fue mi guía humano. Por otro lado, está Carlos. Él es el que me llevó por el camino de la Marcha, me acompañaba a los campeonatos, e incluso, dedicaba más tiempo de lo que establecía su contrato.
P: ¿Quién es?
R: José Antonio Quintana. Solo puedo tener buenas palabras para él.
P:¿Hasta cuándo te dedicarás a la marcha?
R: Buena pregunta. Yo creo que, como todo en la vida, si tengo un motivo para levantarme todos los días y pensar que esto que hago es algo para aprender y crecer como persona, lo seguiré haciendo. El día que no me motive lo dejaré. Creo que hacerlo así es lo más sensato, pero para todas las cosas. La vida te enseña a vivir etapas. Hay algunas más largas y otras más cortas. De momento, sigo adelante.