El tablet está cambiando los modos de enseñar. las posibilidades que ofrece para profundizar en el conocimiento son muy grandes. Ahora que se acerca el fin del primer trimestre, hemos ido a las clases de Primaria donde se ha implantado el proyecto iPad y contamos la experiencia que transmiten los profesores que utilizan el tablet en su clase.
Las NN.TT. son un hecho de la vida de la sociedad que tarde o temprano tienen que reflejarse en las aulas. La enseñanza necesita adaptarse siempre a los tiempos para seguir cumpliendo su tarea de educar a las generaciones actuales. Primero fue la palabra, luego el cincel y la piedra; a continuación el papel facilitó que la enseñanza de las tradiciones y experimentos fueran más accesibles; posteriormente la imprenta universalizó la enseñanza con la aparición de los libros. Y así hemos continuado durante siglos.
Pero el progreso se impone también en esta época. Los revolucionarios cambios tecnológicos han variado también nuestro modo de acercarnos al conocimiento y aprender experiencias.
En este marco, las tabletas electrónicas adquieren un valor muy grande. No estamos hablando de que las máquinas sustituyan la mano humana para ganar en eficiencia. La educación no es construir máquinas. Por eso, las tablets en el aula son una nueva herramienta que abre unas posibilidades inmensas al profesor y al alumno en su trabajo de enseñar/aprender. Y a los padres también, pues el ahorro en gastos de libros es considerable. El estudio realizado en Tajamar prevé que la inversión inicial en la tablet se amortice en dos años, y al tercero ya ahorre en la compra de material escolar.
Los profesores comprueban que esta tecnología facilita muchos aspectos educativos. Por citar algunos: uno, la atención a la diversidad. Con el tablet puedes realizar distintas actividades adaptadas a las capacidades de los alumnos. De tal modo, que todos pueden estar haciendo a la vez actividades adaptadas a su desarrollo intelectual. Ni los estudiantes más capacitados impiden que los otros se aburran, ni la dedicación a éstos es obstáculo al desarrollo de los primeros. Todos avanzan progresivamente y no hay desigualdades educativas.
El factor de motivación es también muy fuerte. Los alumnos acceden a unos contenidos diseñados de un modo atractivo. No sólo por la estética, sino porque también interactúan. Además, la posibilidad de la autoevaluación inmediata provoca en el alumno un deseo de hacer los ejercicios completos y bien. Sabe que la solución está ahí y la curiosidad le lleva a encontrar la respuesta correcta. Además, no necesita esperar unos días hasta que el profesor corrija todos los ejercicios. Él ya sabe su nivel de conocimiento.
Por esta misma razón, el profesor tiene más tiempo para preparar los contenidos de las clases. Hacerlos más atractivos y profundizar más en el conocimiento de las materias que explica. Todos se enriquecen.
El orden en el aula. No es pequeña esta ventaja, sobre todo si uno es profesor. Con esta tecnología, no es necesario que el/los alumno/s se levanten y vayan al profesor a preguntarle cómo se hace un ejercicio. La respuesta está en el tablet. Tampoco necesita salir a la pizarra a contestar los ejercicios propuestos. El tablet se proyecta (incluso varios a la vez) en una pizarra digital y todos ven los ejercicios realizados, las diferentes propuestas a problemas propuestos, etc.
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