Hay aspectos en la educación de los pequeños que a los padres no les resulta fácil de afrontar . Uno de ellos es el pudor, ese “escudo” que protege la intimidad de la persona. “Aunque surge de manera natural en los niños y niñas -dice Beatriz Zorzo, profesora de Infantil Tajamar-, nosotros, tanto padres como educadores, debemos enseñar qué es el pudor y ayudarles con consejos prácticos”. El pudor fue otro de los temas tratados con los padres de Infantil en el marco del Proyecto ECA.
Beatriz, que además de profesora también es madre, señala que “las primeras muestras o situaciones en las que los niños pueden sentir el pudor se producen cuando les quitamos el pañal y comienzan a ir solos al baño. Sienten la necesidad de cerrar la puerta para sentirse más cómodos”.
Cuando despierta el pudor
Es entonces cuando los mayores deben entender que, a pesar de ser pequeños, tanto ellas como ellos empiezan a sentir el pudor. Por tanto, esas manifestaciones nos hacen ser conscientes de que, independientemente de la edad, el pudor existe y hay que respetarlo. Tanto ellas como ellos irán reclamando, poco a poco, su intimidad y necesitando momentos para ellos solos. Es necesario proporcionarles esos espacios y ayudarles a que se sientan cómodos con su propia intimidad.
Hay manifestaciones que nos hacen ser conscientes de que, independientemente de la edad, el pudor existe y hay que respetarlo.
Si, por el contrario, la niña o el niño no tienen esa necesidad de intimidad por falta de madurez, es importante que los padres transmitan que cada persona tiene sus momentos de privacidad y que deben aprender las situaciones en que deben ser más pudorosos.
Durante el ECA (Educación en Casa y en Aula) dedicado al pudor, Beatriz insistió a los padres de Infantil en que deben “evitar tabúes. Para ello es bueno crear un clima de diálogo habitual, como no reñir, escuchar, dialogar, etc., que son actitudes básicas que favorecen la confianza. En este clima es más fácil hablar con ellos de modo natural sobre la propia intimidad y hacer que se sientan cómodos con su propio cuerpo y consigo mismos dentro del seno familiar. Sin embargo, esto varía en entornos más amplios; colegio, calle, etc.”
Existe el pudor corporal y verbal. Los gestos y acciones son tan importantes como las cosas que decimos. Por eso, debemos saber que podemos crear situaciones incómodas y faltar a la intimidad y al pudor de aquellas personas a quienes nos dirigimos.
La profesora de Infantil Tajamar animó a los padres en la tarea de educar en el pudor: “los padres somos el mejor ejemplo para nuestros hijos”, y les recomendó una pautas para trabajar en casa el pudor con sus hijos:
- Conocer a fondo la sensibilidad del hijo. Para ello es necesario pasar tiempo con él. De lo contrario es muy difícil.
- Dejarle su espacio de intimidad en las principales tareas de higiene: vestir, baño etc…
- Cuidar la forma de hablar, tanto el modo y como el contenido.