Educación segregada: ¿un modelo que funciona?
A pesar de la buena experiencia que dicen tener las familias o los propios alumnos y alumnas que han estudiado en colegios de educación diferenciada, llama la atención la crítica a la que someten a lo que llaman -criticándola- educación segregada.
La Educación segregada es un tema de actualidad debido a las sucesivas polémicas surgidas en detrimento de esta modalidad educativa. Está claro que el asunto requiere de un debate, ya que cada uno forja su propia opinión. Sin embargo, para poder criticar o parlamentar sobre cualquier tema, es bueno conocer las características internas de cada proceso. Por eso, hemos considerado importante tratarlo aquí con la ayuda del profesor y escritor Fernando Rodríguez-Borlado. Él conoce de primera mano este modelo y las objeciones de los que no lo comparten.
La educación separada por sexos es un modelo pedagógico reconocido internacionalmente y presente en gran parte de los países de la OCDE. Esta fórmula educativa -dice Rodríguez-Borlado- fortalece la personalización en la educación de niños y niñas.
Es un hecho que, cada vez son más los países que optan por esta modalidad, arrojando unos resultados académicos excepcionales y que siguen mejorando cada día que pasa. A favor suyo tiene que es un modelo de educación que rompe con numerosos estereotipos de género, fomenta una educación de calidad, facilita la igualdad de oportunidades y es valedora para forjar hombres y mujeres libres.
Rodríguez-Borlado: “esta fórmula educativa fortalece la personalización en la educación de niños y niñas”.
Recientemente, tras una serie de recursos del partido Verde en el Land de Brandeburgo contra la creación de un colegio de educación diferenciada en Berlín, el Tribunal Supremo alemán ha dictado sentencia favorable a ese colegio, apoyándose en una simple constatación «¿y por qué no?». No obstante, recogemos aquí respuestas sencillas a objeciones simples que se suelen hacer, habitualmente, a la enseñanza segregada.
¿… o un modelo que discrimina?
En primer lugar, se dice que esta modalidad discrimina. Nada de esto es sostenible a efectos objetivos. Todo este relato se derrumba porque existe un derecho fundamental, el de la Libertad de Elección. ¿O es que discriminan los colegios diferenciados por ofrecer un modelo educativo para aquellos que lo prefieren?; ¿no es mejor tener varias modalidades antes que tener una sola? Lo que discrimina es “no tener Libertad de Elección”.
Discriminar es obligar a una persona a estudiar donde no quiere hacerlo.
1. Sobre la socialización de chicos y chicas
En segundo lugar, se dice que en la educación segregada los chicos y chicas no socializan bien. Sin embargo, el colegio es en sí mismo un lugar artificial donde las normas de funcionamiento o la concentración de tanta gente joven no son lo normal fuera de las aulas.
¿Entonces, por ello las niñas y los niños dentro de la Educación Diferenciada no van a saber interactuar con otros jóvenes de diferente sexo fuera de las aulas? La Educación Diferenciada, como su propio nombre indica, diferencia la educación dentro de las aulas, pero no fuera de ellas. Y no por ello un niño o una niña van a tener problemas de socialización, al contrario.
2. ¿Hay diferencias en los resultados académicos?
En tercer lugar, se dice que la Educación Diferenciada ofrece diferencias en los resultados académicos, según sean chicos o chicas. ¿Los chicos sacan peores notas que las chicas, o al revés? Los estudios educativos sobre esta modalidad no mencionan consecuencias negativas en ambos casos. De hecho, la mayoría de los resultados son considerablemente buenos. Y, cada vez, más países la están incluyendo estos centros educativos dentro de la red pública sin el debate que en España se está produciendo.
3. Estereotipos sexistas
Por último, se dice que existen estereotipos sexistas. ¿Cómo un niño o una niña va a reforzar los estereotipos que se asocian a lo masculino o a lo femenino? Lo cierto es que, ellos y ellas, desarrollan sus aptitudes, sus capacidades y su comportamiento en el aula de una manera más libre en esta modalidad educativa. Incluso su personalidad, pues al no tener la presión de gustar a los del otro sexo, se refuerza, ya que varios aspectos bastantes estereotipadores de la cultura adolescente desaparecen.
Ellas y ellos, desarrollan sus aptitudes, sus capacidades y su comportamiento en el aula de una manera más libre.