Con motivo del cincuenta aniversario, una delegación de Alumni compuesta por Elías Capapé (1ª promoción), José Mª García Madrid (2ª promoción), Benigno Romeo (3ª Promoción), D. Rodrigo y Jesús Carnicero (profesor entre 1959 y 1964) viajaron recientemente a Sevilla para visitar al que fuera primer director de Tajamar, D. Bernardo Perea. Allí se le hizo entrega de una reproducción del burrito de Tajamar en resina. A su hijo, Bernardo Perea jr, se le impuso la beca de Tajamar, pues él fue alumno de la segunda promoción del colegio.
Hacemos un poco de memoria a través de los recuerdos de Lázaro Linares y nos trasladamos un momento a 1958, cuando llegó D. Bernardo con su mujer e hijo (que aparece en la galería de fotos recibiendo la beca de Tajamar): «Han pasado cincuenta años desde entonces. La sociedad y la situación de la enseñanza eran muy diferentes a la de ahora, como se verá (…). Era enero de 1958. A esas alturas había que proponer al Ministerio el director y el cuadro de profesores, encontrar alumnos y locales para impartir las clases, preparar unos exámenes de ingreso, poner en marcha todo lo necesario para el arranque de las enseñanzas, etc. A nadie se le ocurrió esperar al curso próximo. Había que empezar ya.
Bernardo Perea, un catedrático de griego de 39 años, tuvo el valor, junto con Lola, su esposa, de abandonar la tranquilidad y seguridad de su plaza en el Estado y venirse desde Cádiz, donde había trabajado durante catorce años, a Tajamar. Su hijo de nueve años fue alumno de la segunda promoción de Tajamar.”
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