Por mucha tecnología que invada nuestras vidas hay algo a lo que la persona siempre se siente atraída, la tierra y el principio de la vida. Algo tan sencillo como un huerto y todo el trabajo de preparación, plantación, cuidado, riego y, en los próximos meses, recolección, despierta en los alumnos inquietudes que les ayudan a dar de si lo mejor.

Este curso, gracias a la iniciativa y el trabajo de dos profesores, Pablo Montejano y Miguel Sierra, los alumnos de Secundaria pueden participar en un Excellence de Biología con prácticas reales. También lo aprovechan los de Primaria, pues muchas clases de Science tienen lugar en el huerto. Lechuga, pimientos, puerros, tomates son algunas de las hortalizas sembradas y cuidadas por los jóvenes.

Los propietarios del Vivero Santa Teresa, antiguos alumnos, han donado varias toneladas de tierra para hacer el huerto. Desde el mes de septiembre, cuando el camión descargó la tierra, fueron principalmente esos dos profesores (Pablo y Miguel), “los que más trabajaron la tierra”. Ahora, mientras unos preparan una empalizada con sacos hasta que se pueda vallar con madera, otros riegan y arrancan las malas hierbas. Es decir, aprenden a hacer las numerosas pequeñas labores de agricultura en espera de tener una buena cosecha.

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