En el marco de la 22ª edición de AULA −Salón Internacional del Estudiante y de la Oferta Educativa− se han ofrecido un gran número de sesiones formativas y talleres; todos ellos, a cargo de instituciones y expertos en el manejo y aplicación de nuevas tecnologías aplicadas a la educación.
Una de las metodologías cuya presencia se ha hecho más patente en esta edición de AULA es, sin duda alguna, el aprendizaje colaborativo. La implantación de este modelo en el aula supone, en la mayor parte de los casos, una ‘reforma palaciega’ sobre la base del sistema educativo predominante: pasar de un contexto en el que la única fuente de conocimientos es el maestro y el alumno un mero receptor, a otro en el que el alumno es el guionista, protagonista principal y secundario de su propio aprendizaje y el de sus compañeros… Siempre, bajo la pauta y guía del director de escena.
De este modo, diversos enfoques educativos como el aprendizaje colaborativo, The flipped clasroom (o la clase al revés) o el aprendizaje basado en retos (Challenge Based Learning o CBL) han predominado en los distintos talleres. Uno de ellos, titulado “Trabajo colaborativo a través de las tablets” , fue impartido por D. Luis Alberto Hoyos, coordinador del tercer ciclo de primaria del colegio Tajamar. El taller, que discurrió en un ambiente ameno y muy participativo, trataba de sentar un único principio; en palabras del propio ponente, “El problema de nuestras aulas, es las carencias en nuestro propio método”.
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Luis Alberto señaló lo siguiente respecto del aprendizaje cooperativo: “ningún método es mejor o peor por sí mismo… al menos, si lo consideramos desde un marco meramente teórico y atemporal; en la práctica, debemos afirmar que aquella metodología que abarque eficazmente el mayor número de competencias, que consideramos indispensables para el futuro de nuestros alumnos, se convertirá inmediatamente en la mejor opción. Estoy convencido de que el aprendizaje cooperativo resuelve, mejor que ningún otro método, el problema de mi aula. Quizás ahora, gracias a recursos que siquiera habríamos soñado tener, es el momento de que os replanteéis, que metodología soluciona el vuestro”.
Pero, ¿cuáles son estos problemas a los que Luis Alberto hace referencia?; “la falta de competencia oral en nuestros alumnos, incapacidad para gestionar grupos de trabajo, poca iniciativa para emprender proyectos personales y una carencia de habilidades interpersonales y estrategias para resolver conflictos…. Pero ante todo, la presencia de una metodología centrada en la memorización a corto plazo, enfocada a un conjunto de destrezas muy limitadas”. La aplicación en directo de distintas actividades cooperativas mostró a los asistentes la facilidad con que esta metodología, facilitada por el uso de tablets en el aula, resuelve en gran medida estos problemas.
Al terminar el taller, muchos de los asistentes agradecieron efusivamente la sesión y preguntaron acerca de la posibilidad de acudir a TAJAMAR para ver “in situ” la aplicación de este novedoso modelo educativo. Para colegios como TAJAMAR, la participación en este tipo de eventos supone una magnífica oportunidad de dar a conocer nuevos modelos metodológicos empleados en el contexto del aula, así como las distintas iniciativas y proyectos personales llevados a cabo por profesores que trabajan en el propio centro.