Los padres del Infantil de Tajamar conocen más, como es lógico, a las profesores de sus hijos. Pero, en un paseo diario por este centro, uno descubre que hay muchas personas, además de las profesoras, que se ocupan de hacer de este espacio un lugar amable, educativo y formativo. Entre estas personas están las profesionales del comedor.
Hablamos con una de ellas, María José Layita, que nos resume algunos de los aspectos de la labro diaria a la hora de la comida: “a las 12.30 llega la hora en que los peques necesitan parar (es un decir) y recibir buenas energías para seguir: nos ponemos en marcha el equipo del comedor. Es muy importante tener todo a punto y dispuesto para no dejar que se vayan sin haber comido lo que me gusta y lo que no me gusta, porque también aquí seguimos educando
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Además es importante hacerse pequeñas como ellos, cuando nos cuentan que no les gustan los colores, lo verde, lo rojo, lo naranja…, pero somos exigentes en modales y comportamiento. Como es de esperar en un centro de inspiración cristiana, los niños saben bendecir la mesa –que hacen a viva voz -, salvo algún tragoncete que lo hace cuchara en mano y boca llena”.
El momento de la comida no termina cuando ya no queda nada en el plato. Deben aprender a colocar su bandeja en el sitio que les corresponde cuando acaban. Señala Mª José que “algunos son tan pequeños que a veces parece que se ven las bandejas andando solas. Lo de colocar la silla….en ello estamos. Nosotras estamos encantadas de poder atender con nuestro oficio, que nos gusta mucho, a todos vuestros hijos.”