Ya sabemos que la fruta es buena. Con sus vitaminas, su variado colorido, sus distintas formas y tamaños. Siendo tan atractiva, sin embargo, es uno de los alimentos que más cuesta introducir en la dieta. Por eso nosotros, los más pequeños, tienen un día fijo para comer estas viandas. Muchos niños traen fruta de su casa otros días de la semana, pero desde luego los miércoles siempre.
Así, los compañeros a los que les gusta menos la fruta se animan al ver que lo comen todos. Es divertido. Desde Infantil envían un consejo a los padres: “aunque en casa parezca que no queremos fruta, mirad qué divertidos estamos”, y una sugerencia: “¿y si comemos todos fruta en casa?