Apenas se apagaron los ecos de las últimas palabras de agradecimiento por parte del Club de Ajedrez Tajamar de Madrid cuando el maestro internacional Fidel Corrales repartía jaques y simpatía por la sala de juego. Tan sólo unas corteses tablas cedió el “Vendaval Corrales” al joven jugador Daniel Rodríguez Ballespín.
Jóvenes y mayores, padres y niños, miradas de soslayo a la partida del jugador de al lado y al movimiento rápido y preciso del maestro, así fueron cayendo los reyes de sus tableros y así fuimos recibiendo el garabato de su firma y el apoyo simpático del vencedor a los vencidos en una simple planilla. Cuarenta jugaron y treinta y nueve fueron vencidos.
Tan sólo unas corteses tablas cedió el “Vendaval Corrales” al joven jugador Daniel Rodríguez Ballespín. A Fidel le gustó la partida con Emiliano, el carácter combativo del pequeño Alex, la partida más aguerrida del torneo, la de Ángel, también destacó las partidas contra los danieles: López y Rodríguez-Ballespín y la seriedad de juego de Ana, aunque sin menospreciar la ilusión que percibió en la mirada de todos sus rivales.