Con los ocho equipos que jugarán los playoff decididos, la última jornada de la Liga regular servía para fijar el orden definitivo de la clasificación; es decir, para otorgar a los cuatro primeros el deseado factor cancha. Una de las plazas entre esos cuatro privilegiados se decidía en el pabellón El Olivo de Coslada, entre el cuadro local y el Tajamar.
El encuentro se presentaba lleno de emoción, tenso e igualado, y lo que sucedió en la cancha respondió a las expectativas. Fue un choque de esos que gusta jugar, ganes o pierdas, y apetece disfrutar desde la grada; de esos que dejan un regusto de buen espectáculo aunque tu equipo no consiga la victoria. Un partido con todo: muchos puntos, muchas faltas (tres jugadores eliminados), alternativas en el marcador y un final agónico resuelto por una canasta sobre la bocina.
El Coslada, consciente de todo lo que estaba en juego, salió ‘enchufado’ con Isaac Peral en la dirección, su hermano Sergio a su lado y un contundente Sergio Martín bajo los aros. El Tajamar no encontraba su sitio y, mediado el primer cuarto, los locales ya mandaban por 10-4. Jorge Negri, técnico visitante, otorgaba a Raúl Díaz y Juan Lafuente la conducción del balón pero una gran acción individual de Sergio Peral, que culminó en un dos más uno, puso el 15-6 en el marcador, y le obligó a pedir su primer tiempo muerto y a cambiar los planes con la incorporación de Miguel Coello y Jorge Jamain. Pese a que Coello aportó más rapidez al juego, las cosas no cambiaron. El Coslada dominaba el rebote, tanto defensivo como ofensivo, y llegó al final del primer cuarto con nueve puntos de ventaja: 21-12.
El segundo cuarto estuvo marcado por las faltas (hasta 18 entre ambos equipos) y el juego trabado. Los dos Sergios, Peral y Martín, sujetaban a su equipo, mientras que el Tajamar, con una defensa más agresiva y algo más asentado bajo los aros gracias a la pareja formada por Alberto Pradillo y César Sánchez, se mantenía a remolque (o, utilizando un símil ciclista, ‘hacía la goma’). El Coslada no conseguía marcharse en el marcador y los vallecanos se mantenían siempre entre cinco y nueve puntos por detrás hasta que un triple de Mario Fernández, la mejor arma del Tajamar fuera de la zona, les dejó a dos: 42-40. Un rebote aprovechado por Sergio Martín estableció el marcador del descanso en 44-40.
El segundo tiempo comenzó con un intercambio de triples entre Mario Fernández (45-43) e Isaac Peral (48-43), pero pronto se vio que, como vislumbró un jovencísimo aficionado local, el Coslada había salido del vestuario ‘algo empanado’. Jorge Negri devolvió a la pista a Juan Lafuente y Raúl Díaz, que tiraron de carácter y a 1:50 para el final del tercer cuarto, el Tajamar se puso por primera vez por delante: 53-54. Sin embargo, el partido se había convertido en un intercambio de golpes y un dos más uno de Juan Lafuente tuvo inmediata respuesta en forma de triple por parte de Álvaro Rubio. A falta del último cuarto, el marcador registraba un 56-60 que no inclinaba la balanza para ninguno de los dos bandos.
En la reanudación, un dos más uno de Jorge Jamain abría las diferencias para el Tajamar: 56-63. Pero el partido no podía terminar tan pronto. Cuando Jamain fue eliminado por cinco faltas, a 2:45 para el final, la diferencia sólo era de tres puntos: 69-72. A 1:35, 75-76, y a 1:04, 77-78. Así, hasta que con 80-80 a falta de 19 segundos, llegó la hora de las faltas estratégicas, esas que convierten unos segundos en una eternidad. Con un goteo de tiros libres, los locales se pusieron por delante, 82-81, pero una canasta de Miguel Coello sobre la bocina concedió al Tajamar la victoria (82-83) y el tercer puesto del grupo. El Coslada cae hasta la quinta plaza pero ofreció buenas sensaciones de cara a los playoff. Lástima que la afición de Coslada no pudiera (o no quisiera) apreciarlas ya que, pese a la importancia del choque, apenas cincuenta personas acudieron al pabellón El Olivo y, al menos por lo que podía escucharse, cerca de la mitad eran visitantes.